Paseo largo con el conductor Robb

Superintendente Smith: un paseo largo con el conductor Robb

Por el Superintendente Dr. Wade Smith

Recientemente tuve el placer de pasar dos horas montando escopeta con Robb Lincoln, uno de los más de 30 conductores de autobús dedicados que transportan de manera segura a más de 2,200 estudiantes todos los días a través de los límites de las Escuelas Públicas de Walla Walla. Cuando llegué a la instalación de transporte justo antes de las 7 am, la oficina ya estaba llena de actividad. Los conductores, los mecánicos y el personal de apoyo de la oficina estaban bien encaminados con sus rituales matutinos: calentar los autobuses, llenar sus tazas de café, realizar inspecciones de seguridad y verificar si había actualizaciones de rutas o cambios de horarios que pudieran haber ocurrido desde que acostaron el autobús por la noche. antes de.

Si bien uno pensaría que, como superintendente, mi presencia impondría cierta apariencia de autoridad en la estación de autobuses, rápidamente llegué a respetar el hecho de que estaba claramente fuera de mi área de experiencia e influencia. Como un estudiante de jardín de infantes que anticipa ansiosamente su primer día de clases, su superintendente rápidamente se dio cuenta de su lugar y esperó pacientemente su cola en la parte de atrás mientras los empleados se apresuraban con intencionalidad.

Luego vino mi señal. Entró el conductor Robb, vestido con un chaleco de seguridad de color naranja brillante y un sujetapapeles con la guía de ruta del día. "Vamos a rodar", anunció. Y partimos, él tomando su asiento al timón y yo tomando mi posición en la primera fila de autobuses frente a la suya. Nuevamente, piense en un niño de jardín de infantes.

Durante las siguientes dos horas, mientras avanzábamos a través de las paradas programadas de la ruta 13, me invadió una sensación de orgullo y admiración que solo se puede apreciar cuando se ve en tiempo real. El cuidado y la atención que brinda el conductor Robb todos los días es nada menos que asombroso, mientras él y sus colegas recorren más de 10,000 millas semanales transportando a nuestros niños.

La primera tarea del día de Robb fue recoger a los estudiantes de primaria. Cuando los niños entraron en el autobús, envueltos de pies a cabeza en abrigos hinchados y mochilas con dibujos animados, vi con asombro a un conductor de autobús que saludaba a cada estudiante por su nombre y con una sonrisa. Algunos recibieron golpes de puño. A algunos les preguntó cómo les había ido la mañana y respondieron con un pulgar hacia arriba o hacia los lados. Para otros, preguntó si el hermano o hermana mayor se sentía mejor (claramente estaban enfermos el día anterior y aún no se unían a nosotros).

Mientras viajábamos a lo largo de las vistas pintorescas de los Blues que dan como telón de fondo la frontera sur de la Ruta 13, rápidamente me di cuenta de que lo que estaba presenciando no era un espectáculo para el superintendente. Más bien, fue nada menos que una experiencia auténtica de un conductor de autobús que realmente ama a los niños y estudiantes que igualmente adoran a su conductor. Esto no debería haberme sorprendido. Mis dos hijos, antes de graduarse de WaHi, hablaron con reverencia sobre su conductor de la Ruta 13, Leonard Adams, quien precedió a Robb. Era un hombre gentil que amaba su música country, recogiéndolos y dejándolos diariamente en Garrison y luego en la escuela secundaria. Mis hijas se entristecieron al saber que Leonard se jubiló recientemente. A los 82 años, pasó casi tres décadas detrás del volante para el distrito transportando a generaciones de estudiantes. También recuerdo cómo a menudo hablaban con cariño del conductor Juan, quien los transportaba regularmente en viajes de fútbol fuera de la ciudad y a quien consideraban uno de sus fanáticos más leales y feroces.

Mientras visitaba a Robb a lo largo de la ruta, obtuve un nuevo nivel de aprecio por él y sus colegas conductores. Una verdadera muestra representativa de nuestra comunidad, compartió que algunos son socorristas jubilados, mientras que otros son maestros jubilados. Algunas son madres jóvenes, otras cosechan durante el verano, e incluso contamos con un gemólogo profesional que maneja para nosotros. Robb mismo, un graduado de la U of W (los fanáticos de Coug, no se lo reprochen), condujo un autobús turístico durante algún tiempo en Alaska, también es nuestro entrenador de CDL del distrito y ha estado transportando de manera segura a los niños de nuestro valle para el últimos 13 años.

Mientras celebramos la Semana de la Educación Estadounidense esta semana, del 13 al 19 de noviembre, tomemos un tiempo para honrar y agradecer a todos los que dedican sus vidas a apoyar a nuestros estudiantes. Si bien hemos sido bendecidos con increíbles maestros, administradores, personal de recepción, cocineros, conserjes y muchos más, también tomemos el tiempo para agradecer a nuestros 40 conductores de autobuses, mecánicos y personal de apoyo que desempeñan un papel esencial mientras aspiramos a lograr nuestro visión de "Desarrollo de los graduados más buscados de Washington".